viernes, 6 de diciembre de 2024

 El kihon


El kihon se entiende como una serie de ejercicios que se realizan para practicar las bases de nuestro arte. Pensemos en el kihon como los ejercicios que realizamos los músicos para perfeccionar nuestra ejecución más allá e independientemente de las piezas que estemos tocando. 

Por ejemplo, los guitarristas hacemos ejercicios como practicar escalas musicales a lo largo del diapasón, pero también hacemos ejercicios de digitación que nos ayudan a fortalecer los dedos y a "separarlos" (que el movimiento de un dedo no afecte el de otro). Estos ejercicios son, por ejemplo, pueden ser tocando cuatro notas con los dedos subiendo y bajando por las cuerdas y después desplazándose por todo el largo del diapasón de ida y vuelta. Estos ejercicios no son una melodía, en ocasiones incluso no suenan bien, pero ayudan a ejercitar los dedos, a darles fuerza, a colocarlos en la posición correcta, etc.

El kihon es, según lo entiendo, eso mismo y por eso es muy importante de realizar. Son realmente las bases de todo lo demás.

Como guitarrista uno puede pasar más tiempo haciendo estos ejercicios que tocando melodías específicas. Incluso en otros deportes también sucede así. Un boxeador profesional puede practicar cinco o seis horas diarias y no pasa todo ese tiempo golpeándose con alguien. En realidad, el tiempo de sparring o que pasa con otro compañero es muy poco del total del tiempo. Muchas veces pasa su tiempo saltando la cuerda, golpeando la pera o los costales (que son de diversos tamaños y pesos), haciendo sombra o ejecutando movimientos de piernas, entre otros ejercicios. Todo ello conforma el kihon el boxeador y cuando sube al ring utiliza todo eso que practicó estando ya frente a otra persona.

Cuando practiqué esgrima sucedía algo similar. El tiempo con el profesor no pasaba a veces de media hora. El resto del entrenamiento lo pasábamos "haciendo pistas", es decir, recorriendo la pista de esgrima en posición de guardia y alternando con otros ejercicios como el estoque (fondo) o saltos hacia adelante y hacia atrás. También salíamos a correr, hacíamos abdominales y hacíamos ejercicios de precisión con un blanco fijo. Sólo un par de veces a la semana entrenábamos con un compañero, cuando ya lo demás había sido practicado.

Cuando empecé a entrenar aikido esto no lo hacíamos. Durante el calentamiento hacíamos algunas cosas básicas como ukemis y otros movimientos pero nunca con la intención de practicar un kihon fuerte. 

Cuando me inicié en iaido también hacíamos algo de kihon pero, al igual que en aikido, con una finalidad más de calentamiento que de aprendizaje y práctica real. 

Fue hasta que empecé a hacer seitei iai que empecé a comprender la necesidad del kihon. No sólo es hacer cien suburi rápido y mal hecho, sino es ejecutar el corte con total atención y observando los detalles para corregir la técnica. En alguna ocasión escuché decir que valía más la pena hacer diez movimientos bien hechos que cien mal ejecutados y ahora lo comprendo. Si el kihon sale mal, la kata sale mal.

Hace unos meses, después de mucho pensarlo, decidí darle una oportunidad al kihon en nuestro dojo. Con mucho trabajo de gabinete (sentarme a pensar) fui encontrando y extrayendo algunos movimientos básicos que se utilizan en todas las técnicas (o casi todas). A pesar de que en algunos casos tienen variaciones, como cuál es el pie que inicia el movimiento, esos movimientos básicos puede decirse que conforman el vocabulario mínimo de nuestro aikido. Ahora dedicamos aproximadamente un tercio de la clase a practicar el kihon y después empezamos ya el entrenamiento por parejas.

Es impresionante el cambio que he notado en sólo tres meses de practicar así. La ejecución de las técnicas por parte de los estudiantes es mucho más perfecta que antes. Pero, sobre todo, creo que estamos logrando captar la idea de que esos movimientos básicos están presentes en todas las técnicas.

Esto me parece lo más relevante de todo, porque facilita el aprendizaje del corpus completo del aikido. Sin estos movimientos básicos, cada técnica se vuelve independiente y hay que aprenderla por sí misma. Pero, como cada técnica esa formada por los movimientos básicos o alguna variación de ese movimiento, aprender una nueva técnica es cuestión de juntar de una manera distinta lo que ya sabemos.

Pero no sólo eso, esos movimientos están también fuertemente vinculados con los movimientos de la espada, que es el corazón de la técnica del maestro Nishio. Entonces, cuando practicamos el kihon lo hacemos tanto a manos libres como con boken y jo, lo cual hace que la ejecución de las técnicas con armas (tachidori, jodori, tachisabaki, josabaki, ken tai ken y ken tai jo) cobren sentido, pues podemos ver con claridad cómo son exactamente los mismos movimientos los que se realizan en todos ellos, lo cual a mí me tomó años aprender porque me fue enseñado diferente y llegar al insight de que eran lo mismo fue un trabajo muy duro que creo que nuestro método está simplificando enormemente. 

No hay, entonces, que aprender mil técnicas; basta aprender quince o veinte movimientos básicos y de ahí saldrán mil técnicas.

El kihon es un bote de lego y las técnicas las mil figuras que creamos al armarlos.

Ciertamente este método está todavía en ciernes y todavía me faltan movimientos por extraer, pero los resultados creo que han sido buenos.

Desconozco si en otros dojos aplican esta forma de aprender, pero creo que a nosotros nos está dando grandes resultados y creo que en breve publicaré algo más formal al respecto para compartir la experiencia detallada con ustedes.

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