sábado, 16 de abril de 2011

Los estilos del Aikido

En el mundo del Aikido existen una gran variedad de estilos. Tenemos, por ejemplo, el Aikido estándar conocido normalmente como estilo Aikikai y que es uno de los más generalizados, sin embargo, no es el único ni, mucho menos, el mejor; pues no podemos hablar de estilos mejores o peores, simplemente son diferentes y obedecen a diversas adaptaciones de los principios básicos enseñados por O sensei. Aunque es verdad que algunos estilos se han desarrollado más hacia lo artístico, lo estético, la exhibición y la coreografía mientras que otros se han centrado más en el aspecto marcial del Aikido.

Desde sus propios orígenes, el Aikido ha sido el resultado de la integración de varios estilos y técnicas que están en constante evolución. El mismo fundador, Morihei Ueshiba, creó el Aikido partiendo de distintas técnicas que él había estudiado (principalmente Ju Jutsu, Iaido, entre otras) y a lo largo de los años las fue modificando y reinterpretando, haciendo ajustes. No tiene sentido, entonces, hablar de un «estilo puro» de Aikido. Saotome (2001) nos comenta que en una ocasión un reportero fue a hacer un reportaje sobre el Aikido y le solicitó a Ueshiba que realizara algunas técnicas. Él realizó primero un irimi y el reportero quedó impresionado, así que le solicitó que lo hiciera de nuevo. Pero O Sensei nunca repitió la misma técnica que había impresionado al reportero y cuando este le pidió que volviera a hacer lo mismo le contestó que no podía ser porque así era el Aikido, era un instante y se adaptaba al momento: "el aiki no tiene forma. A cada situación diferente corresponde un movimiento determinado" (p. 210).

Por su parte, Stevens (2002) nos comenta:

«Durante los entrenamientos, sobre todo si uno ha tenido ocasión de entrenarse en diferentes estilos, puede ser que encontremos un instructor que insista: “lo que estás haciendo está completamente equivocado. Esta es la forma correcta”. Esta visión tan corta de miras demuestra un pésimo conocimiento de la tradición del aikido. A lo largo de los años, Morihei enseñó Aikido de formas diferentes a gentes diferentes y a menudo proclamó: “la técnica de hoy, mañana será diferente”. Las técnicas cambian, los instructores tienen perspectivas diferentes, y los practicantes deberían compartir sus experiencias en lugar de discutir sobre detalles insignificantes —de eso se trata el Aikido—. En lugar de: “esto está mal, esto está bien”, Morihei enseñó: “si tu corazón es honesto y está centrado en el Aikido, entonces —y sólo entonces— estarás realizando las técnicas correctamente» (pp. 122-123).

Como vemos, el Aikido se modificó varias veces, incluso en manos de su creador, comenta nuevamente Saotome: "(...) al comparar dos ikkyos enseñados con dos años de intervalo, la diferencia era enorme, aún cuando la técnica pudiera parecer idéntica" (Saotome, 2001: 2010). No hay, pues, un solo y único Aikido.

Las distintas escuelas del Aikido, diversas interpretaciones de la visión de O Sensei, dependen en gran medida de dos factores: la época o etapa de la vida de O Sensei en que fueron aprendidas por sus estudiantes y la formación «extra» que ellos hayan tenido. Todas son interpretaciones válidas del Aikido siempre y cuando respeten los principios fundamentales establecidos por Ueshiba: no dañar al adversario, unir nuestra fuerza con él para señalarle el camino.

Es así como tenemos estilos como el Yoseikan de Minoru Mochizuki (iniciado en 1931), quien estudió también Kendo y Judo, entre otras artes. Fue el primero en enseñar Aikido fuera de Japón, en Francia. Debido a que los franceses estaban acostumbrados al boxeo y la lucha, Mochizuki decidió que para lograr un entrenamiento más eficiente era necesario utilizar técnicas de Judo y Jujutsu. Por ello, su estilo incluye tanto técnicas de estas artes como algunas katas de Karate Shotokan, así como la práctica de Katori Shinto Ryu que incluye espada y jo (bastón).

Otro estilo es Yoshinkan fundado por Gozo Shioda en 1955. Uno de los más antiguos estudiantes de O’sensei, quien alcanzó el 10º Dan, el grado más alto que otorga Aikikai. Shioda fue uno de los grandes difusores del Aikido, en gran medida, el conocimiento de este arte marcial en Japón se debe a su labor. De igual manera, es un estilo de Aikido utilizado por la policía japonesa.

Durante una visita del senador R. Kennedy a Japón, él y su esposa tuvieron la oportunidad de visitar el Dojo Yoshinkan para una demostración. Kennedy quedó impresionado pero a la vez escéptico ante la fuerza del Aikido de Shioda, por lo que le solicitó al maestro que hiciera una prueba con su guardaespaldas. Este pasó al tatami y trató de empujar al Sensei varias veces, pero fue derrotado todas ellas. Este fue uno de los momentos más importantes del Aikido, pues ayudó a consolidar su imagen fuera de Japón.

En la actualidad, el estilo Yoshinkan tiene gran aceptación e independencia. Tienen su propio dojo central (Hombu Dojo) en Tokyo, así como la All Japan Yoshinkan Aikido Federation y la International Yoshinkan Aikido Federation, que se encargan de difundir este estilo.

Otro estilo es el aikido Shodokan o Aikido Tomiki fundado por Kenji Tomiki en 1967. Tomiki también estudió Judo y empezó a entrenar con O’sensei en 1926. La principal característica de este estilo es la práctica del combate (por lo que también se conoce como Aikido competitivo o Aikido deportivo), algo que no es muy común entre las otras escuelas de Aikido. Es por esto que el randori o ataque libre se vuelve una herramienta fundamental para la práctica de esta modalidad, y se realiza con cuhcillo (tanto) o a mano libre, existiendo un sistema de puntos por sujetar, lanzar o aplicar bien una técnica.

Esto no quiere decir, sin embargo, que este estilo olvide la práctica de la forma controlada (kata) que es el modo tradicional de entrenamiento del Aikido. Según el propio Tomiki «El aikido competitivo tiene un sistema de práctica de randori que se une al sistema de prácticas de katas. En kata, es imposible usar libremente el estilo de las técnicas del antiguo jujitsu (…)». Lo que busca es un equilibrio entre ambas prácticas, primero el dominio de la técnica mediante la práctica de katas y después la aplicación de las mismas a situaciones de combate.

Este estilo también tiene su propio Hombu Dojo en Osaka.

Es verdad que uno de los principios del Aikido implica pensar que este no debe convertirse en un deporte con competencias y puntos. Sin embargo, también es verdad que la supervivencia de las artes marciales depende en muchas ocasiones de su existencia como deportes. Kisshomaru Ueshiba, tercer hijo de Morihei Ueshiba y primer Doshu, explica lo siguiente:

«el aikido se niega a convertirse en un deporte competitivo y rechaza todo tipo de certámenes o de concursos que incluyan las divisiones por pesos, las clasificaciones basadas en el número de victorias y la recompensa a los campeones, pues entendemos que estas cosas sólo alimentan el egoísmo o la egolatría y la falta de interés por los demás. La gente se deja seducir por la gran tentación que suponen los deportes combativos -todo el mundo quiere convertirse en vencedor-, pero no hay nada más perjudicial que esto para el budo, cuyo último propósito es liberarse del yo, conseguir el no-yo y consumar así lo auténticamente humano»

sin embargo, aclara

«Con esto no pretendo criticar a las artes marciales que se han convertido en deportes modernos, pues históricamente esta dirección era inevitable para su supervivencia, especialmente en Japón inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando todas las artes marciales fueron prohibidas por las autoridades de la Ocupación Aliada. Incluso como deportes han atraído el interés de mucha gente, bien como participantes o como espectadores, lo cual es positivo, pues no se puede negar que, especialmente los jóvenes, se sientan atraídos a las artes marciales por los certámenes y campeonatos que deciden quién es el mejor en el campo» (Ueshiba, 1988).

A pesar de ello y de que la mayoría de los practicantes de Aikido estamos de acuerdo en no considerarlo un deporte, no podemos hacer negar la existencia de esta modalidad de Aikido, pues fue funda por un discípulo directo de O’sensei. En otra entrada dedicaremos algunas reflexiones sobre el Aikido como deporte.

Por último, otro estilo del Aikido fue desarrollado por Nishio Shoji (1927-2005) y será tratado en una entrada posterior.

Es muy difícil exponer todo los estilos, sus variedades y peculiaridades. Lo más importante es comprender que todos ellos están vinculados por principios comunes establecidos por Morihei Ueshiba y cada uno es el producto de una interpretación de sus enseñanzas. No existe algo así como el «Aikido puro» o el «verdadero Aikido» y no hay nada más ajeno al espíritu del Aikido que este pensamiento de la pureza, similar a aquél pensamiento de la raza pura o de la Única Religión cuyas consecuencias nocivas conocemos de sobra.

El Aikido es un híbrido, una mutación y combinación de estilos y su riqueza, como la de muchas artes marciales, radica en esa pluralidad. Recordemos que O’sensei dijo que estudiáramos el bambú, fuerte pero flexible. La idea de un Aikido puro y único no es una idea flexible, por el contrario, es anquilosada y tiende a fraccionarse.

Además, debemos entender que el Aikido es más un principio, un enfoque, una vía espiritual cuyo camino está arraigado en la técnica y no al revés. Es decir, la técnica tiene que estar al servicio del desarrollo y no al revés. Se estudia Aikido como medio y no como fin. Koichi Tohei nos dice «a pesar de que el Aikido es conocido hoy en muchos países el movimiento es todavía de pequeña dimensiones y mucha gente se aferra sólo a las técnicas de Aikido sin comprender el significado real del Aikido mismo» (1969). En ese sentido, no es la técnica lo más importante, sino el mensaje. Algo muy similar a lo que lo que le ha sucedido a los cristianos, muchos de ellos están más preocupados por cuestiones secundarias como si deben o no ayunar o si se debe o no pagar limosna o por cuántas veces al día deben rezar y olvidan ocuparse del mensaje central de su religión.

De igual manera, es una actitud errónea de algunos aikidokas considerar su escuela como única, aquella donde se enseña el Verdadero Aikido o el Aikido Original. Como hemos observado, hay escuelas que enfatizan algún aspecto del Aikido. Si queremos practicarlo como deporte y anotar puntos, podemos acudir al estilo Shodokan, pero si tenemos experiencia en Judo y Karate, quizá el estilo Yoseikan sea lo que nos convenga. Si nuestra afición por el Iaido es mucha, tal vez estudiar el estilo Nishio sea lo más conveniente.

Recordemos, entonces, que no hay malos Aikidos, lo que sí, debemos cuidarnos de malos instructores, pero eso es un tema aparte. Los instructores que consideran su estilo como Puro o Verdadero no pueden ser buenos instructores. Un instructor que denigra otros estilos, también. Sin embargo, hay que hacer una excepción, cuando un instructor es capaz de demostrar que una técnica desarrollada de determinada manera es poco eficiente, no está denigrando a otro estilo, simplemente señalando una debilidad en la práctica, lo cual sí es valioso por sí mismo.

Tal como O’sensei le dijo a aquél reportero, depende de las circunstancias. Todos somos diferentes y hay un Aikido para cada quien.

"La esencia del Aikido es la espontaneidad y el cambio" (Saotome, 2001: 210)

  
Referencias.
  • "Morihei Ueshiba and Minoru Mochizuki." Stanley Pranin. Aikido Journal. Available WWW. www.aikidojournal.com
  • "Interview with Minoru Mochizuki 1." Stanley Prani. Aikido Journal. Available WWW. www.aikidojournal.com
  • "Minoru Mochizuki." Patrick Auge. International Yoseikan Budo Federation.. Available WWW. www.yoseikanbudo.com
  • About Gozo Shioda (Yoshinkan Founder) en http://www.yoshinkan.net/02contentsE/shiodagozoE.html
  • El aikido competitivo, por Kenji Tomiki, http://shodokanaikido.es/?p=299
  • Ueshiba, Kisshomaru (1988). El espíritu del Aikido. Ed. Eyras.
  • Tohei, Koichi (1969). Aikido: estudio completo. Edición digital.
  • Saotome, Mitsugi (2001). Aikido o la armonía de la naturaleza. Kairós, Bercelona.
  • Stevens, John (2002). El libro del Aikido: una introducción imprescindible a la filosofía y práctica del arte marcial conocido como "el Camino de la Paz". Kairós, Barcelona.


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Las opiniones expresadas en este blog son personales y no reflejan necesariamente la postura oficial de ninguna escuela de Aikido.

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