jueves, 21 de junio de 2012

¿Cómo elegir un dojo de aikido?

Por supuesto, la primera razón por la que elegimos un dojo para practicar aikido es la cercanía. Al parecer, lo primero en lo que pensamos es en que nos quede cerca de casa o en el camino entre la casa y la oficina o la escuela. Así eficientamos tiempo. De por sí es difícil la vida como para complicársela más yendo a entrenar.
Esta es, sin embargo, la peor forma de elegir un dojo. No porque no sea un criterio práctico en todo sentido, sino porque la elección debe depender de otros factores más importantes.






Elegir un dojo es como elegir una universidad. Por supuesto que podemos elegir una universidad cercana a casa, pero antes que esto debemos pensar en su prestigio, sus planes de estudio, su reconocimiento de validez de los estudios, etc.
Lo mismo sucede cuando elegimos un dojo. Hay factores prácticos que nos llevan a elegir un lugar porque no podemos escoger otro, tal como pasa con las universidades. Pero en ambos casos corremos el riesgo de perder más de lo que ganamos. Algunos factores incorrectos para elegir un dojo son:
  1. Cercanía. Sin lugar a duda muy importante, pero no determinante. No porque esté cerca de tu casa tienes que entrenar ahí. Puede ser que el dojo más cercano sea malo, pero puede ser también que sea muy bueno. Esto no lo podemos saber, cierto, hasta que asistimos. Pero es importante que una vez que determines si te gusta o no elijas el dojo por su calidad, no por su cercanía. Afirmar "no voy a entrenar a ese lugar porque me queda muy lejos" puede resultar costoso para ti, pues quizá no entrenes, entonces, en un buen lugar. Mejor piensa en qué es lo que quieres y que te gusta y verás después que vale la pena ir quizá hasta el otro lado de la ciudad.
  2. Belleza del lugar.Muchas veces decimos "ese lugar no me gusta" y dejamos de entrenar ahí. Es verdad que no podemos entrenar en un lugar en el que nos sentimos incómodos, pero un dojo no es un restaurante de lujo, ni un parque recreativo. No vas ahí a ver el lugar, vas a entrenar. Si las instalaciones son buenas y los instructores también, no importa cómo esté "de bonito" el lugar.
  3. Trofeos, medallas o premios exhibidos. Especialmente si hemos entrenado otras artes marciales, estaremos acostumbrados a ver en la pared o en una vitrina los trofeos y diplomas de las personas que dirigen los dojos o de sus representantes más afamados. No esperes esto en un dojo de aikido.Por su mismo carácter de no competencia, en estos lugares no encontrarás este tipo de "decoración" y si la encuentras, seguramente no será  un buen dojo, pues estarán violentando principios básicos del aikido.
  4. Grado del instructor.Otro fetiche tradicional de las artes marciales (y en general de nuestro pensamiento occidental) es pensar cuantitativamente y creer que a mayor grado, mejor enseñanza. Esto puede ser tan falso como los grados universitarios. Un doctor de cierta universidad puede tener el mismo o peor nivel que un  maestro de otra. Hay gente que tiene más sapiencia que la que ostenta su grado y gente con más grado que sabiduría.
  5. Costo.Sin duda el más importante de los factores. Por supuesto que uno no puede entrenar en un lugar que no puede pagar, pero creeme que si te gusta un estilo de aikido y te gusta practicar en un determinado lugar, el costo deja de ser importante. Es, insisto, como una universidad, vale la pena hacer un esfuerzo por pagar un buen dojo que pagar poco por un entrenamiento deficiente. Quizá, es verdad, podrás obtener la cinta negra en poco tiempo y a bajo costo, pero hay que pensar también que ese grado es como el título de una universidad, no es lo mismo el Colegio de México que una universidad de paga y titúlate.
¿Qué es, entonces, lo que sí debemos considerar al elegir un dojo?
  1. Reconocimiento. Antes que nada, verifica que el dojo pertenezca a un grupo reconocido por alguna autoridad, ya sea por Aikikai México, por alguna asociación extranjera o, como en el caso de Shosenjuku y otras, directamente por Aikikai Hombu Dojo Japón. Esto es muy importante porque si no, los grados que obtengas no serán válidos. He conocido casos en los cuales hay gente que ostenta tener un grado que en realidad no tiene, pues no está reconocido por Hombu Dojo.
  2. Trayectoria.Por supuesto que un dojo recién iniciado o que acaba de abrir no necesariamente es malo. Sin embargo, es verdad también que la trayectoria del dojo o de la asociación a la que está afiliada te dirá mucho de cómo se entrena ahí.
  3. Ambiente. Una de las principales cuestiones que tienes que resaltar es que te sientas bien entrenando ahí. En muchos dojos tienden a tratar mal a los recién llegados, como una forma de resistencia que tienen que librar como iniciación. Esto no tiene que ser así, al menos no en la actualidad. De igual manera, tienes que ver la forma en la que se llevan los compañeros entre ellos y con sus instructores. Si la estructura es demasiado rígida, seguramente es un dojo con demasiadas pretensiones. He entrenado, trabajado y convivido mucho con japoneses como para saber que no son tan rígidos como se cree. Muchos occidentales, para creerse japoneses, se vuelven muy rígidos y groseros. Esto no es bueno para la práctica del aikido. Por supuesto que tiene que haber respeto y  disciplina, pero que no se confunda. De igual manera, hay que tener cuidado que la disciplina no sea muy relajada. Si la clase no inicia a tiempo, si los practicantes no respetan al instructor y lo tratan (dentro del dojo) como un igual o como a cualquiera, seguramente no entrenarás bien ahí.
  4. Seguridad. Muy importante es el aspecto de la seguridad que te da el dojo. Revisa que las instalaciones estén bien, que no se vean defectos estructurales y que no haya riesgos para tu salud. Recuerda que vas a entrenar y debe ser seguro para ti y los demás. De igual manera, ve cómo se tratan los compañeros y el maestro. El aikido es el camino de la paz, es un arte marcial en contra de la violencia. Si el maestro o los otros practicantes gustan de lastimar a los demás, seguramente estás en un dojo que no vale la pena. Muchos aikidokas creen que practicar aikido "de verdad" implica lastimar al otro, demostrarle que nuestra técnica es muy buena. Pues bien, cuando la técnica es realmente buena no tienes por qué lastimar a otros: controlas pero no lastimas. Muchos maestros enseñan a sus estudiantes que las técnicas deben doler y puedes observar (y sentir) cómo la gente se aplica demasiada fuerza. Esto no es aikido y si llegas a un dojo así, déjalo de inmediato.
  5. Planeación. Al igual que con las universidades, el peor dojo es aquél en el que llega el instructor día con día "a ver qué se le ocurre enseñar". Lo mejor es un dojo que tenga una buena planeación semestral o anual de lo que va a hacer, que sigan un sistema, que se enseñe con base en un programa. Lo peor es entrenar técnicas "según" el criterio "al instante" del instructor.
  6. El Ki. El aikido es, antes que nada, Ki. Decir que uno practica el aikido y que no cree en el ki o que el ki no existe, es como ser sacerdote católico y decir que no cree en Dios o que Dios no existe. Los ateos o los miembros de otras religiones podemos aceptar que Dios no existe, podemos no creer en él, podemos creer, incluso, que es un engaño, una ficción o una manipulación; pero los sacerdotes católicos no pueden pensar ni decir eso. Igual pasa con el ki. Una persona ordinaria u otro deportista, incluso otro artista marcial pueden no creer en el ki, pero el aikidoka no puede. El concepto del ki es complejo y variado, ya hablaré de él en otro momento. Pero es el corazón del aikido (curiosamente, está en el centro de la palabra misma, es su centro, su corazón, su esencia). Si tu instructor no cree en el ki o afirma que el ki no existe, sal de ahí; quizá aprenderás con él cómo defenderte o cómo aplicar un kotegaeshi o un iriminague, pero ten por seguro que no aprenderás aikido. El aikido es mucho más que la técnica, las llaves, las palancas. Sólo quien practica verdadero aikido (con un profesor que cree y domina el ki) lo sabe. Sólo él o ella pueden enseñarte aikido. Esto es, sin lugar a dudas, lo más importante.

El mejor consejo que puedo dar para quien inicia en la práctica del aikido es que le des oportunidad a cada dojo para entrenar. La mejor elección es la que haces con el corazón y con la cabeza juntos. No debes dejarte guiar por la mera intuición y tampoco por el mero cálculo de variables objetivas (precio, distancia, etc.). El mejor lugar para practicar aikido es ahí donde te sientas cómodo. En donde la convivencia sea sana y la disciplina rigurosa pero sin exagerar.
Casi todos los dojos te dan una clase gratis. Aprovéchala y practica con el grupo ese día. Quizá un mes y ve cómo te sientes, cómo te tratan, cómo se tratan ellos. No caigas en lo fácil de "es lo más cercano" o "es que no me alcanza" o, peor aún "si voy a pagar 500 al mes, que sea por cinco clases y no por dos". Este tipo de pensamiento será bueno para tu bolsillo, pero no para tu desarrollo como artista marcial.


Si quieres practicar Aikido en México, visítanos www.aikidomexico.com.mx y aikidomexico.webs.com Las opiniones expresadas en este blog son personales y no reflejan necesariamente la postura oficial de ninguna escuela de Aikido.

1 comentario:

  1. Saludos Luis soy del posgrado en filosofía de la facultad, veo con emoción que alguien de filosofía se haya interesado en el Aikido y lo practique. Me gusta mucho tu visión del Aikido y es que estoy buscando una escuela más espiritual de aikido donde se practique la respiración y lo que dijo O sensei. Fui como dos meses a un dojo y me lastimé dos veces una fue algo fuerte. Los instructores eran muy retadores y violentos, al mostrar una técnica aplicaban tal fuerza en las muñecas de los aprendices que todos escuchábamos como tronaban, comparaban nuestra fuerza con los practicantes de karate o con mujeres. Incluso le dije a uno de ellos en el dojo que no estaba de acuerdo con su trato y me respondió presumiendo sus grados académicos. No sé de Aikido pero si de una actitud negativa y él la tenía. Me emociona mucho la propuesta de un arte marcial como lo que dicen que es y busca el Aikido, después de la experiencia pensaba practicar otra cosa pero buscando vuelvo a encontrar esas referencias maravillosas al Aikido que se parecen mucho a lo que pienso y busco filosofica, política y espiritualmente. Vivo en la ciudad de México, en el norte de la ciudad cerca del centro y me gustaría encontrar una escuela de Aikido donde se practique y hable de respiración, del ki y del espíritu, como dices no importa que esté lejos o un poco cara si me enseñan algo de acuerdo a lo que he leído y visto de Ueshiba. Si sabes de algunos dojos donde la enseñanza sea tal manera te agradecería que me lo dijeras, mi correo es erostrato999@yahoo.com.mx. Un abrazo y gracias.

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